Las mediciones del futuro, los avances en geomática.

Siempre hay que tener un ojo puesto en el futuro, por muy inteligentes y dedicados que sean los profesionales de la topografía, no pueden hacer su trabajo solos. Desde que el ser humano desarrolló el concepto de propiedad de la tierra, el agrimensor ha estado ahí con equipo en mano para ayudar a determinar los límites de la tierra.

Puede leer todo sobre la historia antigua de la tecnología topográfica aquí - y sobre su historia reciente aquí - pero ¿qué hay de su futuro?

Lo cierto es que, a medida que el papel del topógrafo ha ido evolucionando, también lo ha hecho la tecnología, y una profesión que solía depender de una cuerda con nudos, hoy trabaja con drones y estaciones totales robóticas. Por supuesto, incluso la tecnología actual sigue desarrollándose, y hay incluso algunas tendencias modernas que podemos utilizar para mirar hacia delante y hacernos una idea de con qué podrían trabajar los topógrafos en el futuro.

Los avances en LIDAR

La tecnología LiDAR está logrando más con cada año que pasa. La tecnología se remonta a principios de la década de 1960, pero los avances de los últimos tiempos -y los que se prometen para los años venideros- están cambiando realmente el juego.

LiDAR, siglas de Light Detection and Ranging, es un método de topografía que utiliza puntos de luz láser y un sensor para medir la distancia a un objetivo. Al registrar las diferencias en los tiempos de retorno de millones de puntos láser, es posible utilizar los sistemas LiDAR para crear modelos digitales en 3D de ese objetivo. La tecnología ha progresado hasta tal punto que las nubes de puntos de datos que produce pueden hacer mapas de alta resolución. Existen incluso formas especializadas de tecnología LiDAR, diseñadas para ser utilizadas en escenarios terrestres, marítimos o aéreos.

El futuro del escaneo láser en 3D se presenta aún más ambicioso, ya que los sistemas LiDAR disponibles son capaces de producir este conjunto de datos en tiempo real. Esto supondrá una gran ventaja en los próximos años; los topógrafos podrán trabajar mucho más rápido y los proyectos tendrán mucha más flexibilidad.

La proliferación de la tecnología LiDAR también significa que este proceso de escaneado 3D en tiempo real -que en su día sólo estaba disponible para proyectos de alto perfil y alto presupuesto- estará disponible a todos los niveles del sector.

Desde el aire es más fácil

El reciente auge de los drones en el sector de la topografía -sin ánimo de broma- ha sido ampliamente difundido. Al igual que los sistemas LiDAR, estos vehículos aéreos no tripulados (UAV) se han vuelto más asequibles y van camino de convertirse en una parte integral del kit de herramientas del topógrafo.

Los vehículos aéreos no tripulados pueden ofrecer una perspectiva única que el topógrafo terrestre no podría conseguir sin ellos. Desde el aire, pueden capturar cualquier cosa, desde un mapa 2D o 3D elaborado a partir de imágenes cosidas, hasta un mapa térmico que registre las firmas de calor, pasando por una nube de puntos LiDAR de alta densidad. Todo depende del equipo que se haya instalado en la plataforma.

Ahora están empezando a aprovechar la potencia de otras herramientas de topografía y datos geográficos. Por ejemplo, los sistemas de satélite pueden mejorar la precisión de forma espectacular.

Topógrafos con la cabeza en la nube

Hablando de las nubes que atraviesan estos drones de alto vuelo, el futuro del almacenamiento de datos en la nube también parece brillante.

Con formas más efectivas de recopilar datos -como los ya mencionados LiDAR y UAV- hay más datos que gestionar. El almacenamiento de datos es cada vez más difícil, por lo que los continuos avances en los sistemas de almacenamiento en la nube son cada vez más importantes en la profesión de topógrafo.

Si no fuera por las soluciones de almacenamiento que ofrece el almacenamiento de datos en la nube, muchas empresas de topografía pronto no podrían atender múltiples proyectos sobre la marcha. A menudo, no podrían seguir con nuevos proyectos y clientes hasta que sus encargos actuales llegaran al final de su vida útil.

No faltan razones por las que la profesión de topógrafo estará sin duda más apegada a este tipo de sistemas de almacenamiento en el futuro. Por un lado, el almacenamiento en la nube ofrece mayores recursos energéticos que un ordenador local, lo que puede ayudar a los topógrafos a procesar grandes cantidades de información más rápidamente. La utilización de sistemas basados en la nube también facilita la colaboración de diferentes empresas o grupos en un proyecto; y además existe la promesa de un sistema de almacenamiento remoto que no requerirá el mantenimiento y la conservación que requeriría un sistema local.