Mitos desmentidos sobre los estudios topográficos

Hoy vamos a analizar todo esos mitos que se escuchan sobre la topografía. Pero antes de nada, hablemos de la importancia del topógrafo. Cuando se construye cualquier obra nueva, no se puede utilizar cualquier terreno para ello. Es importante clasificar el terreno según su uso. Para encontrar el terreno que mejor se adapte a sus propósitos, tiene que saber qué necesita del terreno y si tiene todos sus requisitos. Para ello es importante un estudio del terreno. Un proceso de medición avanzado, con nuevas herramientas y personal competente, puede conseguirle el terreno más adecuado.

No hace falta decir que no puede realizar el trabajo por sí mismo. Hay muchas empresas de topografía entre las que puedes elegir según tus necesidades y preferencias.

Antes de contratar a una empresa para realizar un estudio topográfico, no te dejes llevar por los mitos. A continuación te presentamos algunos de los más comunes:

Los mitos de la topografía

• El primer mito es que un estudio topográfico es muy caro. Un servicio profesional que realice el levantamiento correctamente, no le quitará ni un euro más de su bolsillo. Por lo general, cuando la gente acaba gastando más en el levantamiento topográfico, es debido a los errores cometidos durante el proceso de diseño.

• A pesar de estar en el siglo XXI, no todos los terrenos del país han sido topografiados. Aunque todos los terrenos de tu ciudad hayan sido levantados alguna vez, no te fíes de los mapas antiguos, ya que algunas cosas cambian con el tiempo. Por lo tanto, se recomienda contratar a una empresa profesional que envíe un topógrafo para ayudarle con su propiedad.

• No dependa de la antigüedad de la valla para conocer la línea de propiedad válida. La valla puede representar un conjunto de líneas de propiedad anticuadas o incluso puede indicar una línea de propiedad hipotética. Por lo tanto, no es inteligente confiar en ella y debe tomar otras medidas.

• Si la línea de propiedad no se determina de antemano, existe una gran posibilidad de que los vecinos invadan las líneas de propiedad de los demás. Sólo un topógrafo puede establecer una línea de propiedad válida.